Recuerdo aquellos tiempos en los que comprar algún aparato era un tarea más sencilla. Uno simplemente se dirigía a la tienda especializada, elegía de acuerdo al presupuesto que tenía disponible y se volvía a casa contento con su nueva adquisición.
Hoy en día, la cuestión es otra. Cuando nos dirigimos a uno de los tantos lugares especializados y vemos las opciones, hay una gran variedad de productos. Esto es una muy buena opción para el comprador, ya que tiene la posibilidad de elegir entre un abanico más amplio, pero conlleva algunos problemas. Las especificaciones técnicas.

Desde el contraste dinámico, cache, sistema operativo, duración de la batería, si es HD o Full HD, tipos de conexiones, HDMI, RCA, etc., hay una cantidad enorme de opciones y características que el usuario desconoce completamente. El avance de la tecnología hizo que los productos vayan adquiriendo cada vez más mejoras (las cuales muchas veces se ven reflejadas en los precios) pero el 99% de los compradores no están al tanto de lo que el producto puede realizar. Por ejemplo, una persona va y adquiere una notebook en alguna cadena de retail. El equipo cuenta con un procesador de doble núcleo con 8mb de cache, 4 GB de ram y un sistema operativo de 64 bits (para poder redireccionar los 4Gb obviamente). Desembolsa una linda cantidad de dinero por el equipo y se va contento a su casa con la nueva adquisición. Pero, teniendo en cuenta que el comprador sólo quería un equipo para navegar por internet y hablar por skype, podría haber elegido una opción más económica. Ojo, que el vendedor también podría haber influido, pero voy a dejarlo de lado en este razonamiento. El consumidor desconoce las características del producto, y por lo tanto no elige de manera “correcta” o “consciente”.

Y ni hablar de los teles LCD o LED que tanto están de moda en estos días. ¿Cuántos se comprar un LCD de 42” Full HD Bravia para conectarlo al cable coaxial y ver televisión totalmente pixelada y estirada porque la relación de aspecto o aspect ratio de la señal no coincide con la del tele? Todo esto por desconocimiento.

Sintetizando, un comprador promedio no dispone de los conocimientos necesarios para poder elegir un producto acorde a sus necesidades. ¿Y sus monitores hasta que resolución alcanzan?



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4 Reply to "Sobre la información de un producto antes de realizar una compra"

anis on 3 de abril de 2010, 9:34 p. m.

muy bueno Nachis!! justo lo que me explicaste el otro día!! la verdad que no tengo la más pálida idea de estas cosas, pero por suerte te tengo a vos jaja... besitoss!!!

 

nievi on 5 de abril de 2010, 10:58 p. m.

¡coincido con ana! así que en estos días ponete a asesorar a mi vieja que quiere comprar un tele grande

 

Sebastos on 12 de abril de 2010, 7:14 p. m.

yo por eso no tengo facebook, digo no pará, es verdad ahora te venden cualquier cosa. Pero pasa en todos los aspectos de la vida, es decir si me voy a comprar un auto en mi caso me van a cagar indefectiblemente porque no sé (ni me interesa) nada del auto. En el campo informático pasa lo mismo :)

 

San on 5 de mayo de 2010, 2:43 p. m.

Estoy de acuerdo con que hoy en día hay que tener en cuenta cada vez más cosas a la hora de seleccionar un producto, parecería ser que el avance tecnológico "complica" la elección, o mejor dicho, implica que los consumidores tengan más conocimiento.
Respecto a que el consumidor desconoce las características del producto, y por lo tanto no elige de manera “correcta” o “consciente”, concuerdo... pero también estan aquellos (y me incluyo) que, a pesar de tener conocimiento, se compran un LCD y ven cable normal, o se compran un maquinon para navegar por internet. ¿Y por qué hacemos esto?.. tal vez porque nos gusta tener lo "mejor", aunque no aprovechemos sus todas sus caracteríasticas y no lo exprimamos al máximo.
Muy bueno nachito, abrazooo

 

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